Sello dividido en dos partes por un corte por medio de un corte (horizontal, vertical u oblicuo) y empleando, equivalente, la mitad de su valor facial del sello completo. Esta medida se adoptaba por las administraciones postales en situaciones de emergencia por la escasez o inexistencia de sellos del valor del bisectado.
Estos sellos tienen valor filatélico cuando están en cubierta o fragmento por lo que no pueden ser lavados o retirados de su soporte de papel, pues se eliminaría la prueba de su legitimo uso postal.
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