Coche grande, dividido en dos o
tres departamentos, arrastrado por caballerías y destinado al transporte de
viajeros.
En multitud de ocasiones y
circunstancias fueron utilizadas por los servicios de correos para conducir
correspondencia, si bien esta labor no era propia de las mismas, ya que los
servicios postales solían emplear las llamadas sillas-correo y sillas de
postas, vehículos más ligeros y, por consiguiente, más rápidos que las pesadas diligencias.
La silla de posta era el carruaje
que corría las postas y que podía ser de dos o cuatro ruedas.
La silla-correo se utilizaba para
el transporte de pasajeros y correo. En España su servicio comenzó el 4-2-1840
en la carrera de la Mala (Madrid-Irún) y en el momento de su creación constaba
de un almacén para la correspondencia.
Silla de posta