1590, Correo desinfectado de Cremona (Italia) a Londres.
A pesar que estamos
viviendo tiempos de pandemias, algo novedoso para nosotros, no tanto para la
historia de la humanidad que ha vivido epidemias, pestes, plagas etc., pruebas evidentes de ello tenemos en el correo un elemento transmisor de
enfermedades, una prueba de ello lo podemos comprobar en la Historia Postal.
Las epidemias por lo general generaban un pánico en la población y huían de
unos lugares a otros semejantes a una desbandada y provocaban la dispersión de
la enfermedad, por lo que se prohibía el traslado de personas y de cualquier
objeto que pudiera ser portador de la enfermedad y el correo, como he dicho
anteriormente era un componente transmisor.
Remontándonos al siglo XIV, el Rey de Portugal Eduardo I huyendo de la
peste se refugió junto con su familia al convento de Tomar, donde termino
muriendo al recibir una carta contaminada, se considera desde entonces
imprescindibles la desinfección.
Primera normativa sobre la desinfección del correo en España
Ante la peste que se desata en Marsella en 1720, el Principado de Cataluña
dicta una serie de Órdenes y Providencias generales que regulan todo lo podía
afectar a la sanidad pública
España consideró que las cartas también era un vehículo de contagio
por el papel en el que estaban escritas, fue el momento en el que se
impuso la obligación de desinfectar la correspondencia procedente de
Francia e Italia que pasara por Marsella o sus cercanías.
El correo era imprescindible y necesidad de comunicarse a través de ello y su conservación, no podían utilizarse métodos destructivos de desinfección, comenzando a usarse primitivamente la simple aireación, agua de mar o vinagre.
1896, Carta de Egipto a Malta correo Lazareto
A mediados del siglo XVIII se crearon los
lazaretos, recintos sanitarios donde se observaba y trataba tanto a personas
como a la correspondencia, localizados en puertos, caminos y áreas de viajes,
entre ellos es conocido San Simón, en la ría de Vigo.
El periodista e investigador David Graham Philips
detalla como entre el 12 de agosto y el 30 de noviembre de 1888 se
desinfectaron, fumigando con sulfuros, más de 2,5 millones de cartas,
procedentes o llegando a Florida, afectada entonces de fiebre amarilla, en tan
sólo dos vagones especiales.
Los inicios de procedimiento de desinfección del correo implicaban la apertura de las cartas para desinfectarlas pliego a pliego hasta que posteriormente, al objeto de no violar el secreto del correo y ganar tiempo, comenzaron a utilizarse cortes, que permitieran el acceso del desinfectante en el interior.
1843 de Sevilla
a Milán con cortes de desinfección.
En resumen a lo largo de estos años se ha recurrido a todo tipo de procesos y elementos, sulfatos, mirra, incienso, agua de mar, formol o vinagre entre otros muchos, para evitar el contagio mediante el correo.
1834, de
Madrid a Barcelona con cortes de desinfección y Vinagre
Marzo de 2020