Por Francisco Piniella para
http://filatelia-tematica.blogspot.com.es/
Estamos hartos de escuchar
de nuestros colegas que la persona a la que va dirigida una carta no puede ser
motivo de información para una colección temática. Como casi todo en esta vida,
no hay blancos ni negros, y todos los días jugamos con la variedad de grises;
en la filatelia temática hay que abandonar los planteamientos inflexibles que
solo llevan a aburrir al coleccionista.
Yo creo además, que los jurados, los buenos jurados, tienen esto muy claro y
estos al menos, no practican la penalización sino que más bien actúan con
prudencia, especialmente si estamos hablando de piezas postales o filatélicas
de alto valor. Y esto es un poco lo que pienso desarrollar en esta entrada,
espero poder ser convincente o todavía mejor generar controversia para que en
los comentarios puedan poner sus opiniones personales, tan válidas o mejores
que las mías.
·
Saber "leer" una carta...
Como siempre hay que tener como base las
normas, los reglamentos, así el nuestro, el SREV Temático en su punto 3.1.
dedicado al "Material filatélico apropiado" establece que...
3.1.1.
Una participación temática utiliza la más amplia gama posible de tipos de
material filatélico postal apropiado (ref.: GREV Art 3.2).
3.1.2.
Cada pieza debe estar relacionada con el tema escogido y su información
temática debe presentarse de la manera más clara y más eficaz.
Ese
concepto de la más "amplia gama posible" es una llamada a la
investigación, a la diversidad, el otro día un colega, gran investigador de la Prefilatelia
española, al que consultaba, me decía que los temáticos tenemos la habilidad de
mezclar una carta de más de trescientos años con un sello recién salido del
servicio de novedades o un franqueo mecánico de una empresa comercial.
Efectivamente de eso trata el espíritu del 3.1.1., pero además tenemos la
obligación de investigar, de investigar en Prefilatelia, en Historia Postal, en
los franqueos, en exprimir la carta al máximo como ya hemos dicho aquí en La Lupa muchas veces, pero
claro, si empezamos a leer la carta van apareciendo "cosas", pistas,…
aquí (en la carta de abajo) vemos en una esquina "Registered at Pigeon
Bay" (certificada en la
Bahía de las palomas) y claro eso nos sirve mucho para una
colección temática de aves,...
Fuente: Damian Läge
...y por
supuesto llegado el momento aparece el nombre y la dirección (calle, ciudad,…)
del destinatario y a veces, no siempre, el del remitente. Fijémonos ahora en la
hoja de abajo, de la colección de Gorretta...
Aquí se juega con la
dirección, con la calle: se trata de una carta prefilatélica que va desde
Londres a Londres pero que ha salido de Lombard Street, la "calle de los
lombardos" el distrito financiero que todavía hoy existe, que como dice el
experto coleccionista se llama así porque los mercaderes y banqueros italianos
del Medievo se asentaban en esa zona. En este caso además ha tenido la suerte
de que existiera esa marca "T.P.-LombardSt" ¡extraordinaria pieza!
¡extraordinario uso de una dirección postal combinada con una marca postal! Sin
duda es uno de los mejores ejemplos que yo he visto sobre utilización de una
calle.
Pero sigamos con
los reglamentos, en este caso las Directrices que matizan los Reglamentos,
donde se dice...
3.1.
Material filatélico apropiado es el que ha sido emitido, se proyectó emitir o
ha sido producido en la elaboración de la emisión, con el propósito de
transmitir correo u otras comunicaciones postales, el que ha sido usado para
ello, o considerado válido por organizaciones postales gubernamentales, locales
o agencias postales privadas, así como por otras autoridades debidamente encargadas
o facultadas para ello.
(…)
Los datos del remitente y los del destinatario no suponen una información
significativa salvo que el documento muestre un privilegio postal (franquicia o
tarifa reducida) como resultado de la posición, condición o estatus (correo
militar u oficial, de autoridades gubernamentales) de una de las partes. La
indicación de franqueo reducido (o exento), las marcas de servicio u otras
indicaciones referentes al servicio postal, suministran evidencia suficiente.
En algunas ocasiones los datos del remitente y/o destinatario pueden ser
interesantes como información temática complementaria, en combinación con los
elementos postales del documento
Yo me
quedaría con el análisis de algunas palabras. Sustancialmente la palabra
privilegio postal, esto quiere decir que si el Rey manda una carta
evidentemente tiene un privilegio o franquicia postal, lo mismo ocurre si va
con un cuño administrativo de una institución con franquicia (Ayuntamiento por
ejemplo) pero no si el cuño es de una organización deportiva, por ejemplo. Pero
también es verdad que hay un adjetivo al que nos podemos acoger sobre esta información,
y es el adjetivo "significativa" es decir que podemos jugar con una
cierta flexibilidad, desde mi modesto punto de vista, llegando a ser
"borderline", material límite. Incluso al final del párrafo se
establece que "en algunas ocasiones"… puede ser interesante, claro,
eso sí, combinado con otros elementos postales.
Lo
mejor ver todas estas consideraciones de los reglamentos con algunos ejemplos,
espero sean suficientemente conflictivos para generar polémica, jajaja...
·
Ejemplo 1: Isla de los Ladrones
Hay destinos postales que
pudieran ser considerados "borderline" pero que se pueden justificar
por la falta de material disponible. Les pondré un ejemplo en la carta de
abajo. Esta carta puede ser utilizada en una colección sobre Magallanes y
les explicaré por qué… pero primero lean este apunte histórico:
Cuando
Magallanes desembarcó en Guam, los nativos nunca habían visto anteriormente
europeos, pero ya practicaban el comercio con los habitantes de las islas
vecinas, así que asumieron que los europeos también hacían lo mismo. Utilizando
pequeñas barcas, abordaron los navíos de la expedición de Magallanes y les
ofrecieron comida y agua. De acuerdo con las historias de los chamorros
(descendientes de los nativos de las Marianas), ellos esperaban un pago por
estos bienes. Especialmente estaban interesados en el hierro que habían visto
en los barcos de Magallanes. Sin embargo, desde el punto de vista de los
europeos, los isleños eran un pueblo amable y generoso. Al no recibir ninguna
recompensa por los suministros y la hospitalidad que habían proporcionado a los
europeos, los chamorros abordaron secretamente los barcos y se llevaron el
hierro que querían. Al percatarse, Magallanes montó en cólera y atacó a los
chamorros, incendiando sus poblados y matando algunos isleños. (Wikipedia)
Es decir, que el primer
europeo que vio el archipiélago de las Marianas (islas que fueron durante mucho
tiempo españolas, también alemanas, japonesas y norteamericanas) fue Fernando
de Magallanes en 1521, que desembarcó en la isla de Guam y reclamó las islas
para el Rey de España. Estas islas fueron bautizadas como las Islas de los
Ladrones (ya habéis visto la explicación arriba). Bien, pues esta denominación
nunca fue oficial, pero la realidad es que la gente la seguía conociendo como
Ladrones, no se tradujo al inglés (Islands of the Thieves) sino que se aceptó con ligeras diferencias ortográficas:
Ladronne. No existen marcas postales como Isla de los Ladrones, ni si quiera
Ladronne, pero no cabe duda que con una pieza circulada como esta, donde se
indica todavía la vieja denominación que le puso Magallanes, nos encontramos
con un hallazgo interesante y aunque es una simple "dirección" si que
es un ejemplo de investigación temática y postal.
·
Ejemplo 2: Las cartas de Stephenson y ¿Nakajima?
Fijémonos en la hoja de abajo de la afamada colección de
Ferrocarriles de Bustamante, (aunque ya de una generación temática pasada): una
carta enviada desde Darlington el 12 de Octubre de 1826 a George Stephenson a
las oficinas de Liverpool & Manchester Railway Co. Aquí no hay privilegio
postal, lleva el porteo habitual entre dos ciudades en esa época, 2/3 de
chelines ¡pero es que es George Stephenson! el inventor de la locomotora del
ferrocarril y la dirección es la de su empresa. Evidentemente está cogida
"por los pelos" pero entendamos al coleccionista ¡cómo se va a
resistir a poner esa carta en su colección! si casi es una carta de museo. Por
tanto habrá que ser flexible para interpretar las normas. Además en la misma
hoja, como dicen las Directrices, combina la carta con dos sellos del personaje
y un moderno matasellos.
[Fuente: Colección Bustamante]
En el caso contrario la hoja de abajo, busquen las
diferencias como si de un juego se tratara…
Fuente: Emanuel Lukes
…primero habría que decir que el material postal no es nada
destacable, moderno y simplón, se hace alusión a unos amigos del coleccionista
que le han enviado revistas, libros y semillas. ¿Quién conoce -con todos mis
respetos- al señor Kiyoto Nakajima? Evidentemente para nada se debe permitir
este tipo de hojas que quedarían, en todo caso, para la clase abierta. Pero es
que además este coleccionista sigue con su cruzada y nos pone en la siguiente
hoja otras piezas con el mismo argumento. Vean…
Fuente: Emanuel Lukes
…aquí
se hace alusión ya no solo al destinatario sino al contenido de la carta y a un
supuesto libro con el que obtuvo información temática para su colección. ¡Esto
no vale! Y creo que ni siendo flexible se puede buscar interpretación a esto.
Aquí un jurado si que debe penalizar la faltas de conocimientos filatélicos del
coleccionista. Espero que hayan visto las diferencias entre cómo tratar el
destinatario en estos dos ejemplos.
·
Ejemplo 3: y el comerciante de seda
Bueno esta pieza es de mi colección, concretamente de la
parte en la que hablo de la ruta de la seda. Primero, como en los casos
anteriores, "lean" la carta...
Fuente: Piniella
Antes que nada, no es una
carta, es una emisión enteropostal para envío de dinero. Gracias a un amigo
hindú este me informó de que los comerciantes en esta época utilizaban este
sistema de envío de dinero como el más seguro porque iba de mano en mano, pero
especialmente entre los comerciantes de ¡seda! Todo ello acompañado de más
material postal y filatélico y con un poco más de investigación me llegó a
montar la hoja de abajo…
La pieza ya insertada en la hoja sobre la ruta de la seda
Como siempre digo, hay que
disfrutar con lo que uno hace y con la investigación de las piezas que caen en
nuestras manos, "leerlas" bien, entender los garabatos que otras
personas han puesto sobre ella, las marcas, los destinatarios, incluso los
textos que en algún momento nos pueden hasta sorprender y emocionar (recuerdo
un día una carta de un prisionero de un campo de concentración durante la Guerra Civil y las
penurias que relataba). Por todo ello nuestra afición es divertida porque nos
enseña a aprender de un trocito de papel. Hasta la próxima.