Fecha de emisión: 15/11/2012
Tirada: 280.000 hojas bloque
Si hubiera que elegir una de las
catedrales con las mayores vidrieras medievales del mundo ésta podría ser, en
opinión de los expertos en arte, la
Catedral de León. La pulchra leonina, como así se la conoce,
comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XIII para reemplazar a un
templo románico que ocupó el lugar en el que anteriormente existieron unas
termas romanas del siglo II.
La Catedral de León es la
catedral gótica española con mayor influencia del gótico francés. Su planta se
inspira en la Catedral
de Reims y su alzado y adornos simbólicos y decorativos se asemejan a otras
catedrales del país vecino. No en vano se sitúa en el Camino de Santiago o
Camino Francés, por donde llegaron las corrientes arquitectónicas de otros
lugares de Europa. Cuenta con tres naves, transepto y una amplia girola -parte
posterior del altar mayor- para el paso de los peregrinos, alrededor de la cual
se encuentran cinco capillas con ventanales. Las naves de la catedral se cubren
con bóvedas de crucería cuatripartitas en tramos rectangulares.
A finales del siglo XIII y
principios del XIV se construyó el claustro, cuyos arcos apuntados y capiteles
reflejan escenas de la Biblia
y de la vida cotidiana, típicas del arte gótico. Las torres, también góticas,
son de diferente forma y altura y tienen la particularidad de estar unidas a
las naves laterales en vez de salir de ellas.
La principal característica de la Catedral de León es la
colección de vidrieras policromadas. En el templo se llevó al máximo la
desmaterialización de los muros, de forma que se redujeron en la mayor medida
posible para sustituirlos por ventanales. Cuenta con 125 vidrieras policromadas
y varios rosetones, entre los que destacan el situado en el pórtico central,
entre las dos torres; el de la
Capilla Mayor y el de la Capilla de Santiago.
Debido a la fragilidad del
edificio, en el siglo XVII se desplomó parte de la bóveda central del crucero.
Tras varias complejas intervenciones, la cúpula fue reconstruida en el siglo
XIX por el arquitecto medievalista y conocedor de la arquitectura gótica Juan
Madrazo. En 1901 se abrió al culto.
En la hoja bloque se reproduce la
fachada principal, con sus tres grandes puertas y torreones, y uno de los
laterales. En el sello aparece la Virgen Blanca con el Niño en las manos, cuya
réplica se encuentra en el parteluz de la entrada. La escultura original, del
siglo XIII, se conserva en el interior de la catedral.
Correos