lunes, 10 de enero de 2011

Cuba; correo insurrecto.


La primera guerra de la independencia de Cuba comenzó el 10 de octubre de 1868, se reconoce a los que lucharon por la independencia cubana con el termino “Mambí”.
Una vez, sus acciones se extendieron y controlaron buena parte de los territorios del centro de la isla fue necesario organizar un sistema de comunicación.
En 1874, el Gobierno de la República en Armas emite un sello de 10 centavos para su uso en campaña por las tropas insurgentes, se utilizaron además como medio de propaganda de guerra y para recaudar fondos para la adquisición de pertrechos necesarios para la gesta independentista.
El Correo Insurgente gozo de eficaces vías de comunicación, pero pocas huellas han quedado del uso de la utilización de este sello motivado por las condiciones de seguridad y secreto que la correspondencia enviada a través de este medio tenían, las cartas eran destruidas para evitar que cayesen en manos del enemigo.
De esta manera, no solo se garantizó el translado de la correspondencia en el interior de Cuba si no que valiéndose de botes se llegaba hasta Jamaica o Las Bahamas, para después expedirlas hasta su destino final.
Este correo fue iniciado en 1874 en Camaguey siendo Vicente Mora Pena organizador y primer Director de Correos de Cuba en Armas, este servicio postal se extendería a través de los campos cubanos desde Santiago de Cuba hasta Colón.
Se contó con una tirada de 100.000 ejemplares que fueron grabados por la casa American Bank Note Company de Estados Unidos, de los cuales fueron vendidos 51.827 ejemplares.

 
Con la continuidad de la contienda y garantizado el funcionamiento del servicio de correo en los territorios liberados, en 1895 se ven en la necesidad de emitir una serie de cuatro sellos (2, 5, 10 y 25 centavos), que son nuevamente encargados a la empresa norte americana American Bank Note Company, a diferencia de la emisión de 1874, esta sí circulo abundantemente en los territorios que dominaban los “Mambi”.
Además de ser utilizados para el franqueo de la correspondencia, sirvieron también como medio de recaudación y propaganda de guerra, algunos vendidos en Estados Unidos.
Al término de la guerra de la independencia, las existencias de estos sellos que se encontraban almacenados en la Tesorería General de la República fueron entregadas al Consejo Nacional de veteranos con fines benéficos.
Estos sellos del correo insurrecto o correo “Mambí” como son conocidos, son muy apreciados por los coleccionistas que se interesan por la historia postal de Cuba.

José A. Gándara Rodriguez
Secretario de la S.F.N.G.

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