Fecha de emisión: 09/10/2013
Tirada: 260,000 de cada uno
PUENTE DE FRIAS (BURGOS)
El Puente de Frías, en la
localidad burgalesa del mismo nombre, es uno de los puentes fortificados más
significativos y mejor conservados de España. Se levanta sobre el río Ebro, con
143 metros
de largo y 3,45 metros
de ancho. En su origen fue romano y por él pasaba la calzada que unía la Meseta con Cantabria. En la Edad Media fue
reconstruido sobre los restos de la época romana y ya en el siglo XIV se le
añadió la torre central para el cobro de pontazgo. En un lado de la torre se
encuentra un nicho con la imagen de María y, en el lado opuesto, una puerta da
acceso a una escalera de caracol para subir a la torre almenada, donde existen
varias saeteras para la defensa. El puente cuenta con nueve arcos, siendo los
centrales apuntados y el resto de medio punto. En los más antiguos se abren
aliviaderos que aligeran el peso del puente y le dan armonía.
La ciudad de Frías se sitúa al norte de Burgos, en la comarca de Las Merindades.
De trazado medieval, conserva monumentos como el castillo, el recinto
amurallado, las puertas y las casas colgadas al borde de una gran
roca.
La hoja bloque se ilustra con un conjunto del puente y su torre central.
PUENTE DE TOLEDO (MADRID)
Cuentan los cronistas de la villa
de Madrid que desde época muy remota se construyó, sobre el humilde río
Manzanares, un puente de madera para enlazar la ciudad con el camino a Toledo.
Las crecidas del río lo destruyeron en varias ocasiones, dando lugar a la
edificación de uno nuevo, por el arquitecto Pedro de Rivera, entre 1719 y 1732.
El Puente de Toledo consta de nueve arcos de medio punto construidos con
sillares de granito, sólidos contrafuertes y remates en balconcillos. En la
parte central se levantan dos hornacinas de estilo churrigueresco, con las
estatuas de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Ambas fueron
realizadas por el escultor Juan Alonso Villabrille y Ron, en piedra caliza, en
1723. En cada extremo del puente se hallan sendas rampas de bajada al río que,
antiguamente, daban acceso a los lavaderos y huertas. En 1992 fue declarado
Bien de Interés Cultural. Tras el soterramiento de la M-30 , se ha recuperado la
ribera del Manzanares para uso y disfrute de los ciudadanos.
En la hoja bloque aparece una vista frontal del puente y en el sello se
enmarcan las dos hornacinas profusamente decoradas
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