A
mediados de los años 30 radicaba en España la Sociedad Colombista
Panamericana, con matriz en La
Habana , su finalidad era la emisión de sellos alusivos a
Cristóbal Colón, que fueron ofrecidos a varios países americanos, con la
finalidad de la manutención de su organismo.
Al estallar la Guerra
Civil en España, esta sociedad perdió el contacto con sus
casas filiales en Sudamérica y los sellos no llegaron a tiempo a los países de
destino por lo que los decretos para su puesta en circulación fueron anulados aunque
los comerciantes filatélicos trataron de ser ellos los que controlaran este
asunto.
En
realidad, estos sellos fueron emitieron oficialmente, pero fueron parte de una
especulación filatélica que pretendió tener alcance continental, la propuesta
era rendir homenaje al Descubridor de América, Cristóbal Colón, mediante una
emisión postal anual. Esta propuesta, de sellos debían ser entregadas por la Sociedad a cada gobierno,
para que fueran emitidas oficialmente y circularan durante un período limitado
de tiempo en el mes de octubre y los
sobrantes debían ser devueltos a la Sociedad Colombista
para ésta venderlos con fines comerciales y las planchas permanecerían en su
poder para utilizarlas en sucesivas tiradas o destruirlas según le conviniera.
El
primer país en emitir éstos sellos fue Ecuador en 1935 y tan pronto se puso en
circulación, debido a diferentes anormalidades observadas causo gran escándalo
y pronto surge la repulsa por parte de las sociedades filatélicas. Panamá llega
a recibirlas pero las devuelve a la Sociedad Colombista
y Cuba en un Decreto de Ley publicado el 18 de octubre de 1935, seis días
después de la fecha prevista para su emisión, queda aprobada para emitirse en
1936.
Sobre
estas series la casa de catálogos Scott de sellos no reconoce éstos como
emitidos para uso postal. Yvert et Tellier ni los menciona a excepción de la
serie de cinco valores para correo ordinario y otros cinco para correo aéreo de
Ecuador.
El
1 de abril de 1935 el Presidente de Ecuador D. José María Velasco Ibarra acepta
la propuesta de adherirse al homenaje propuesto por la Sociedad Colombista.
Con esta aceptación la Sociedad Colombista
prepara los sellos que deben ser emitidos en 1935 y para circular entre el 12 y
30 de octubre de 1935, por lo que se deben considerar legítimamente los
matasellados entre estas fechas.
Aunque
hay un número oficial de autorización para cada sello emitido, posiblemente, al
ser la Sociedad
Colombista la que producía los sellos es muy posible que la
cantidad sea superior a la autorizada por el gobierno de Ecuador. Ante esta
dificultad de poder controlar la emisión es lo que lleva al Presidente del país,
un año después, a dejar sin efecto la adhesión al homenaje de estos sellos
propuestos por la Sociedad Colombista.
Esto ocurría en noviembre de 1936 y por estas fechas ya se había producido una
nueva serie, aunque esta nunca se autorizo.
La
serie consta de diez sellos, cinco para el correo ordinario y cinco para el
correo aéreo. Al fracasar la emisión en 1939 se hacen sobre estos sellos unas
sobrecargas, sustituyendo el año 1936 por 1939 y los segundos con la leyenda
“Comité pro Faro Colón Ecuador”.
En
cuanto a los sellos de la Sociedad
Colombista de Panamá, la emisión constaba también de diez
sellos, muy similares a los de Ecuador, pero el gobierno de Panamá que también
había aceptado la propuesta de emitir los sellos del homenaje a Colón, lo mismo
que otros países de América, (Costa Rica, República Dominicana), pronto se
dieron cuenta de la especulación que se presentaba el estado y en decreto 215
de la Gaceta Oficial
7,159 anula el anterior decreto y deja la propuesta y aunque lego a recibir los
sellos nunca llegaron a circular.
La
serie de Cuba, a la que su gobierno también se adhiere a dicho homenaje, el 18
de octubre de 1935, 6 días después para su puesta en circulación queda aprobada
para ser emitida en 1936. Al estallar la Guerra Civil Española, el
Director General de la
Sociedad Colombista se dirige a la Secretaría de
Comunicaciones, exponiendo que habiéndose preparados los sellos para su
embarque, para ser puestos en circulación el 11 de octubre de 1936, estallo la Guerra Civil y por su intensidad se había incomunicado
casi totalmente con su filial en La Habana.
Por lo cual el Consejo de Gobierno de la Asociación de la República de Cuba en
Sesión Extraordinaria del mes de agosto
de dicho año, había acordado suspender por fuerza mayor el homenaje señalado, y
rogando que en caso de recibirse los sellos de dicha emisión le fueran
devueltos por haber sido impresos fuera de su control y supervisión y no poder
esta corporación autorizar oficialmente su circulación.
El
21 de noviembre de 1937 el Director Administrador de la Aduana de La Habana comunica al
Secretario de Comunicaciones que en los almacenes de esa dependencia se
encuentran varias cajas conteniendo sellos de la Sociedad Colombista
Panamericana, y pidiendo orientación como solucionar el asunto. Determinada
cantidad de estos sellos fueron a parar a manos de particulares y finalmente en
el año 1965 el Gobierno revolucionario incinerar las cajas con los restos de
los sellos.
Por
lo tanto a pesar del origen poco serio y especulativo de estos sellos, podemos
aceptar como oficiales la primera serie de Ecuador, la segunda de ellas y la de
Panamá y Cuba como no emitidas.
José Ángel Gándara Rodríguez
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