jueves, 17 de febrero de 2011

TIN CAN MAIL


Niuafo'ou es una de las  islas pertenecientes al reino de Tonga, que se encuentra cerca de Samoa y Fiji. Es una caldera volcánica con el borde por encima de los 120 metros de alto, y con una altitud máxima de 250 metros en Mokotu. Su litoral es muy empinado, rocoso y costero con pocas playas y sin un lugar para poder desembarcar.
Niuafo'ou ha sido también conocida como Tin Can Island, "isla del Pote de Lata". Al carecer de un puerto natural o un embarcadero, se utilizaba un método poco convencional para las comunicaciones postales: el correo en lata. El correo se sellaba en una lata de galletas y se lanzaba por la borda desde los barcos de paso. Después los nadadores lo recuperaban.
La historia comienza en 1882 cuando William Travers, un administrador de la plantación, se encuentran allí abandonados, podía ver pasar las líneas de los vapores de  pasajeros, pero ninguna llamada resultaba tener efecto por el motivo de no tener ni puertos ni playas. Ante la necesidad de comunicarse con el exterior y no poder contactar con su compañía en Australia, se le ocurrió la idea de pedir a los servicios postales de Tonga, sellar su correspondencia en latas de galletas, y encargarla al capitán de uno de los buques de la “Compañía de la Unión”, para tirarlo por la borda a su paso por la isla. El capitán del buque daría un golpe de sirena para que este enviase a un nadador a recoger la lata.
Para la primera prueba se envolvió la primera carta en un papel con grasa, atado a un palo y el nadador más fuerte que se encontraba en la isla, lo hizo llegar hasta el barco. Tras este acontecimiento, unos años más tarde, Aurthur Tindall se estableció como comerciante en la isla.

Este método tenía sus inconvenientes con mal tiempo, corrientes etc. y con el transcurso del tiempo fueron empleados otros métodos, hasta enviar las cartas por cohetes, pero resulto ser un fracaso, pues en algunas ocasiones sobrevolaban la isla o incluso estallaban en el aire.

En 1928, con la llegada a la isla de Walter George Quensell, con él, esto cobra mayor interés, pronto se da cuenta del interés filatélico que podría generar este tipo de correo y crea una marca “TIN CAN MAIL” para toda la correspondencia enviada desde la isla.
Años mas tarde uno de los nadadores fue ataco por un tiburón y se suprimió al nadador por una canoa, aunque éste sistema era más incomodo por que los bultos tenían que ser arrojados desde los acantilados y la tripulación tenia que saltar al agua para subirlos a bordo.
En años posteriores se desarrollaron muy distintas marcas y en distintos idiomas por el interés que generaba, según algunos cálculos, en los primeros 27 años, se había enviado más de un millón y medio de cartas a 148 naciones distintas.
Este correo en lata continuó hasta 1983, cuando se construyo el aeródromo en la isla y, por desgracia, llegó su fin.

José A. Gándara Rodríguez

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