Qué decía la
nota escrita por un hombre hace 95 años.
La nota hallada en la botella, fechada
en noviembre de 1926.
La capitana del
barco y buzo experimentada Jennifer
Dowker estaba explorando el fondo de las vías fluviales de
Michigan, concretamente en el río Cheboygan, cuando encontró un mensaje en una botella que había
sido escrito en 1926. La botella se encontraba en el fondo del río,
porque aunque conservaba aún su tapón de corcho desde hacía 95 años, estaba parcialmente
llena de agua.
Dowker se gana la vida haciendo recorridos turísticos por los
ríos de Michigan, en Estados Unidos. Conoce esas rutas fluviales a la perfección, pero también los secretos
que es esconden bajo esas aguas. Sin embargo, y pese a su experiencia, nunca se
había encontrado con algo como lo que le ocurrió hace unos días.
Jennifer es la
propietaria de la empresa Nautical North Family Adventures y, el viernes 18 de
junio dedicó el día a limpiar el suelo de cristal de su barco, el Yankee
Sunshine, buceando mientras estaba atracado en el río Cheboygan. De
repente encontró una botella con
algo en su interior y, cuando lo abrió, descubrió que era un mensaje escrito en
1926.
La capitana y
empresaria explicó a la cadena CNN que la botella estaba a unos 3 metros de
profundidad: "Al principio pensé que era solo una botella fría y luego,
cuando la recogí, cuando todavía estaba bajo el agua, pude leer la palabra
'esto' en el papel. Era algo así como… ¡Dios mío! Hemos encontrado un mensaje en una botella. ¡Genial!"
La botella, con tapón de corcho, tenía
agua en su interior y estaba a tres metros de profundidad.
La botella se había llenado de agua en dos terceras
partes, pero fue capaz de sacar la nota manuscrita del interior para leer el
mensaje. Estaba fechado en
noviembre de 1926, hace 95 años, y llevaba escrito este texto: "¿La persona que
encuentre esta botella devolverá este papel a George Morrow Cheboygan, de
Michigan, y dirá dónde se encontró?"
Jennifer Dowker conoce la localidad de Cheboygan y
sabía que el apellido Morrows era algo común allí, por lo que subió un mensaje
a la cuenta de Facebook de su
empresa con la idea de que algún cliente lo leyera y le llevara hasta la
familia del escritor del mensaje: "Pensé que lo rastrearíamos bastante
rápido y eso sería el final. Así que me olvidé porque ya era tarde esa noche...
y me fui a la cama". A la mañana siguiente llegó la locura: su mensaje se
había vuelto viral y había más de
6.000 personas dando pistas sobre los posibles autores del mensaje.
La capitana se
preocupó de no tener tiempo para investigar tantos mensajes, pero no le hizo
falta: la hija de George Morrow,
Michele Primeau, se puso en contacto con ella directamente. No usa
Facebook, pero un conocido le hizo llegar la foto y ella reconoció rápidamente
la letra de su padre, a pesar de que esa nota se escribió 20 años antes de
que ella naciera.
Michele y Jennifer
estuvieron hablando durante largo rato, conociendo un poco más a aquella
persona que en 1925 tiró una botella sin rumbo. La hija recuerda que, por
entonces, su padre tendría unos 18
años: "Puedo verlo salir y hacer eso porque era su cumpleaños. No
lo sé con certeza, pero suena como algo que él hubiera hecho. Era una persona
muy sentimental".
Parte de la nota estaba mojada, pero
pudo ser recuperada.
El padre de
Michele Primeau murió en 1995, pero esta anécdota le hizo recordar bonitos
momentos de su vida. Jennifer quiso devolver la botella con el mensaje, pero
Michele insistió en que debía quedárselo: "Pensé que lo correcto sería
dárselo. Ella lo encontró y eso mantendría vivo el nombre de mi papá".
Ahora, lo enmarcará y lo colocará en un lugar preminente de la tienda de su
compañía: a cambio, le regaló una
entrada para el resto de su vida a Michele para que pueda viajar en el Yankee
Sunshine.
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