Por Ricado Boizard G.
En el año 1963, uno de los pioneros de la filatelia temática, el conocido mexicano Emilio Obregón, en su libro “FILATELIA”, se refería a los inicios de esta práctica, como componente valioso de nuestra interesante afición. En la página 158 del Tomo II, Obregón redactó una frase notable, a mi entender. A la letra, dice: “Los timbres de una colección temática empiezan a vivir cuando se integran a la colección; en cambio los timbres de un coleccionista de la vieja escuela mueren al adherirse a la página de un álbum”. No es menos cierto que esta aseveración podría provocarle escozor a alguien que se sienta afectado.
Pero, se hace conveniente, para entrar en materia, que hay que considerar ciertas normas para llegar a destino. A modo de ejemplo, lo crucial que significa la búsqueda de un sello que pasará a formar parte de una colección temática para poder darle la posición óptima en la página de un álbum, conectándolo con el tema en cuestión. La maestría que debe ser utilizada para encontrar la característica primordial que identifica al sello con la colección especializada, lo cual se construye a través de un detenido estudio que va más allá de la simple ubicación de la estampilla en un catálogo. Finalmente, la instalación de una pieza postal, enlazándola con el asunto principal, lo cual no resulta algo fácil. Es indispensable, en consecuencia, conocer el tema, usar un buen criterio y situarlo exactamente donde le corresponde estar presente.
Luego de estas consideraciones de carácter general, podemos sostener que en todo orden de cosas, existen pilares que sustentan los cimientos de una estructura y éste ha sido en el correr de los años, los consejos entregados a través de escritos que ilustres filatelistas como Ferré, Morolli, Moreno, Zícari, Bracke, Cerpa y muchos más nos han estado mostrando permanentemente, acerca de, en primer término, cómo dar inicio a una colección temática; luego, el método para organizarla adecuadamente y más adelante, de qué manera agregar especies filatélicas que la complementen, todo lo cual nos ha enseñado el camino para transformarla en una presentación atractiva y coherente.
Es imperioso, asimismo, destacar que la participación activa de la Comisión Temática de la FIP , encabezada por el alemán Damián Läge y el trabajo constante de los Delegados extendidos en los diferentes paises ha ayudado a mantener con vigor los esfuerzos desplegados por tantos temáticos que continúan colaborando en las distintas materias de esta magnífica idea, misión que ha resultado decisiva en el logro del éxito alcanzado a la fecha.
Hace bien recordar que la temática fue por un tiempo prolongado, mirada en menos por los entusiastas de la filatelia clásica y obviamente, las distinciones, siempre eran de inferior calidad que aquellas obtenidas en exhibiciones de filatelia tradicional. Incuestionablemente, este castigo obligó a los temáticos a mejorar sus muestras, rehaciéndolas casi en su totalidad y posicionarlas en el lugar merecido.
Estamos en condiciones hoy, con algo de arrogancia, afirmar que el tiempo no ha pasado en vano y nos ha dado la razón. El inmenso número de coleccionistas temáticos esparcidos en el mundo se ha acrecentado insospechadamente; las agrupaciones filatélicas temáticas se han esparcido por los distintos paises del orbe; los especialistas en la materia que nos preocupa, se han convertido en calificados Jurados, las reglamentaciones, a pesar del sinnúmero de restricciones e imposiciones y lo odiosas que aparentemente se presentan ante los coleccionistas, han sido cada vez más estrictas, pero es necesario reconocer que han conseguido, consecuencialmente, óptimos resultados, ya que los desafíos que ha escogido cada uno de quienes han pretendido recibir un mejor galardón ha sido alcanzado con creces y los premios han subido de nivel ostensiblemente, existiendo ahora colecciones temáticas de gran categoría, admiradas en todo el mundo y que sirven de ejemplo para los futuros seguidores de esta experiencia.
La desenvoltura que se advierte en estos tiempos para elaborar una hoja de presentación ilustrativa; el detenido y acabado estudio empleado en cada una de las materias que se elige cuidadosamente; la imaginación del coleccionista para destacar los temas destinados a interesar al espectador y la entrega absoluta para dar forma a una colección temática hacen que este tipo de coleccionismo atraiga a un mayor número de personas y los encamine a interiorizarse del contenido de una estampilla, encaminándolos a escudriñar entre los elementos inherentes al motivo del sello y entusiasmándolos por ende e introduciéndolos así en este mundo fascinante de la filatelia.
Se hace imprescindible para terminar, destacar la contribución que ha sido aportada por las distintas entidades filatélicas, así como por los perseverantes estudiosos de la temática y la buena disposición de los comerciantes del ramo, agradeciéndoles sinceramente a todos, haber colaborado en la construcción de un mundo que mucho difiere de la manera de coleccionismo tradicional y que lleva al filatelista a vivir gratos momentos de fascinación.
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