Fecha de Emisión: 8/01/2013
Tirada: 300.000
Con este sello dedicado al
Reconocimiento de las mugas fronterizas 1513-2013 se recuerda el tratado de
vecindad, amistad, ayuda mutua, protección y aprovechamiento de los pastos,
pasos y aguas entre los valles pirenaicos de Aragón y Francia.
Las mugas o mojones señalan las líneas
fronterizas entre España y Francia a través de los altos valles del Pirineo. En
época medieval, y para mantener la unidad geográfica, económica y comercial
entre los pueblos de las montañas, se tomaron acuerdos que permitían que los
habitantes de cada lado se trasladaran de un país a otro con sus ganados para
pastar o proveerse de leña y suministros. Para asegurar la protección de las
personas y animales se establecieron hospitales o albergues en la montaña que
cuidaban de su seguridad.
En este contexto se encuentra el
Tratado del Puerto de Astún, tomado en el año 1131 bajo el reinado de Alfonso I
de Aragón. Este monarca concedió la utilización de los pastos fronterizos de
Candanchú, La Raqueta
y el Espelungué a los monjes del Hospital de Santa Cristina. Entre las dos
zonas pirenaicas existió generalmente una buena relación, salvo dos siglos más
tarde cuando el rey Martín el Humano prohibió a los franceses el disfrute de
los terrenos y de los pastos por el apoyo que hicieron al Conde de Foix y en
contra del rey de Aragón.
En el siglo XVI, bajo el reinado
de Fernando el Católico, se restableció el acuerdo con los pastores vecinos. En
1513, este monarca otorgó a la ciudad de Jaca la propiedad indiscutible del
territorio de Astún y se llegó a un nuevo acuerdo que establecía la concordia
entre las dos fronteras, por el cual Jaca se comprometía a entregar anualmente
cien sueldos jaqueses a sus vecinos.
Para ratificar el reconocimiento
de las mugas fronterizas derivadas del Tratado del Puerto de Astún, todos los
años el Ayuntamiento de Jaca y los Ayuntamientos de las localidades francesas
del Valle de Aspe: Urdós, Séte-Eygun y Etsaut celebran una jornada de
acercamiento y de reconocimiento de los mojones suscribiendo las actas que
posteriormente transmiten a sus respectivos gobiernos.
En el sello se hace una
interpretación del reconocimiento de las mugas con la reproducción de una muga
o mojón y las manos unidas de los cuatro regidores municipales, como muestra de
hermanamiento y buena vecindad.
Correos.
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