lunes, 27 de junio de 2011

¿Cómo puedo mejorar la puntuación de mi colección?

Por José Ramón Moreno Fernández-Figares
(Presidente de la Comisión temática de Fesofi, Miembro del Bureau Temático de la FIP)



Después de una exposición en la que no hemos llegado a alcanzar el nivel de medalla que deseábamos, nos preguntamos cómo mejorar la puntuación de nuestra colección.
Y al proponernos mejorar nuestra colección temática, enseguida pensamos en conseguir mejores piezas. Y desde luego es fundamental.
Sin embargo, con mucha frecuencia tendemos a olvidar que hay muchos más puntos que ganar mejorando los aspectos temáticos y de estudio de la colección que los que puede reportarnos la simple adquisición de nuevo material.
Tenemos 70 puntos disponibles para las áreas temáticas y de estudio y tan sólo 30 para el material.
De esos 30 puntos que califican la condición y la rareza del material, en las colecciones presentadas en las últimas Exfilnas, obtienen una media de 22, lo que quiere decir que consiguiendo mejores piezas se puede ganar hasta un máximo de 8 puntos más.
Pero es que de los 70 puntos disponibles para los aspectos temáticos y de estudio como promedio alcanzan 53 puntos, con lo que el recorrido que tenemos para mejorar nuestra colección trabajando estas áreas es de 17 puntos.
No obstante, hay zonas interdependientes. Así ocurre con el criterio “Conocimientos Filatélicos”. Difícilmente podremos demostrar nuestros conocimientos filatélicos si no tenemos piezas con las suficientes peculiaridades para permitirnos mostrar lo que hemos descubierto con nuestra investigación sobre esas piezas. Se suele echar en falta más texto filatélico, pero lo que tampoco debemos hacer es describir lo absolutamente obvio, ni lo que es tan corriente que no tiene mayor interés.
Cuando hablamos de material, para bien o para mal, ya pasó el tiempo en que las colecciones temáticas eran consideradas como “de segunda categoría” y no se esperaba encontrar en ellas material de calidad. Actualmente si aspiramos a llegar a las más altas cotas también necesitaremos contar con un cierto número de piezas realmente buenas.
Unas hojas de la magnífica colección “La Liga de las Naciones no garantiza la Paz”, nos van a ilustrar sobre el uso de material de calidad en una colección temática. Pertenece al holandés Antón van Deutekom que llego a conseguir 95 puntos y medalla de Oro en Exposiciones Mundiales.
Utiliza el recurso de una hoja introductora, además de la hoja del Plan. Esto no debe considerarse una pérdida de espacio pues ya en esta hoja se inicia el desarrollo temático y también se incorpora material filatélico apropiado. El mayor tamaño del texto explicativo que incorpora esta hoja permite al visitante a la exposición entender de qué trata la colección con un simple golpe de vista.
Como un buen número de documentos de la colección no cabrían en las hojas de tamaño estándar A4 (21x29,7 cm), el coleccionista ha elegido hojas de 31x29,7 cm, lo que supone presentar 3 hojas en cada una de las 4 filas que tiene cada cuadro. En total 12 hojas por cuadro en lugar de las 16 de los que utilizan dimensiones A4. Por supuesto es un recurso perfectamente válido.
En la hoja de introducción presenta la prueba de estado final del sello de la Paz de Holanda, en el color finalmente seleccionado. Único ejemplar conocido.
La hoja en la que trata de la cooperación económica y financiera muestra el estudio que ha realizado sobre los matasellos especiales utilizados por la Liga de las Naciones durante la Conferencia Monetaria y Económica de Londres del verano de 1933. Como material no presentado frecuentemente, expone los “Especimenes” oficiales de marcas de la Conferencia.
La carta circulada con franquicia, situada en el extremo superior derecho de la hoja, Certificada y Urgente, es el único ejemplar conocido.
En ocasiones como ésta, el estudio del material no tiene nada que envidiar al realizado por las buenas colecciones de Historia Postal.
Siempre que se le presenta la oportunidad, estudia los franqueos, además de comprobar que todos los documentos presentados tienen la tarifa que les correspondía por su itinerario y tipo de correo.
Debe evitarse exponer piezas franqueadas en exceso como preparaciones filatélicas, así como el otro extremo, es decir, franqueos insuficientes, que denotan que nunca fueron ni podrían ser transportadas por el correo.
Uno de los aspectos que se tienen en cuenta para evaluar los conocimientos filatélicos y que nuestro amigo Antón aplica generosamente es la variedad de tipos de material diferente utilizados. Aprovechemos la riqueza de la filatelia para ampliar la gama, sin desde luego forzar lo que nos demanda el desarrollo de nuestro tema.
Porque una pieza corriente pero que cubre a la perfección lo que requiere el desarrollo temático será siempre preferible a material clásico o importante cuya relación con el tema sea poco consistente.   

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