martes, 24 de febrero de 2015

El destinatario y el remitente: indagaciones temáticas

Por Francisco Piniella para http://filatelia-tematica.blogspot.com.es/

Estamos hartos de escuchar de nuestros colegas que la persona a la que va dirigida una carta no puede ser motivo de información para una colección temática. Como casi todo en esta vida, no hay blancos ni negros, y todos los días jugamos con la variedad de grises; en la filatelia temática hay que abandonar los planteamientos inflexibles que solo llevan a aburrir al coleccionista.


Yo creo además, que los jurados, los buenos jurados, tienen esto muy claro y estos al menos, no practican la penalización sino que más bien actúan con prudencia, especialmente si estamos hablando de piezas postales o filatélicas de alto valor. Y esto es un poco lo que pienso desarrollar en esta entrada, espero poder ser convincente o todavía mejor generar controversia para que en los comentarios puedan poner sus opiniones personales, tan válidas o mejores que las mías.

·                    Saber "leer" una carta...
Como siempre hay que tener como base las normas, los reglamentos, así el nuestro, el SREV Temático en su punto 3.1. dedicado al "Material filatélico apropiado" establece que...
3.1.1. Una participación temática utiliza la más amplia gama posible de tipos de material filatélico postal apropiado (ref.: GREV Art 3.2).
3.1.2. Cada pieza debe estar relacionada con el tema escogido y su información temática debe presentarse de la manera más clara y más eficaz.
Ese concepto de la más "amplia gama posible" es una llamada a la investigación, a la diversidad, el otro día un colega, gran investigador de la Prefilatelia española, al que consultaba, me decía que los temáticos tenemos la habilidad de mezclar una carta de más de trescientos años con un sello recién salido del servicio de novedades o un franqueo mecánico de una empresa comercial. Efectivamente de eso trata el espíritu del 3.1.1., pero además tenemos la obligación de investigar, de investigar en Prefilatelia, en Historia Postal, en los franqueos, en exprimir la carta al máximo como ya hemos dicho aquí en La Lupa muchas veces, pero claro, si empezamos a leer la carta van apareciendo "cosas", pistas,… aquí (en la carta de abajo) vemos en una esquina "Registered at Pigeon Bay" (certificada en la Bahía de las palomas) y claro eso nos sirve mucho para una colección temática de aves,...

Fuente: Damian Läge


...y por supuesto llegado el momento aparece el nombre y la dirección (calle, ciudad,…) del destinatario y a veces, no siempre, el del remitente. Fijémonos ahora en la hoja de abajo, de la colección de Gorretta...


Aquí se juega con la dirección, con la calle: se trata de una carta prefilatélica que va desde Londres a Londres pero que ha salido de Lombard Street, la "calle de los lombardos" el distrito financiero que todavía hoy existe, que como dice el experto coleccionista se llama así porque los mercaderes y banqueros italianos del Medievo se asentaban en esa zona. En este caso además ha tenido la suerte de que existiera esa marca "T.P.-LombardSt" ¡extraordinaria pieza! ¡extraordinario uso de una dirección postal combinada con una marca postal! Sin duda es uno de los mejores ejemplos que yo he visto sobre utilización de una calle.

Pero sigamos con los reglamentos, en este caso las Directrices que matizan los Reglamentos, donde se dice...
3.1. Material filatélico apropiado es el que ha sido emitido, se proyectó emitir o ha sido producido en la elaboración de la emisión, con el propósito de transmitir correo u otras comunicaciones postales, el que ha sido usado para ello, o considerado válido por organizaciones postales gubernamentales, locales o agencias postales privadas, así como por otras autoridades debidamente encargadas o facultadas para ello.
(…)
Los datos del remitente y los del destinatario no suponen una información significativa salvo que el documento muestre un privilegio postal (franquicia o tarifa reducida) como resultado de la posición, condición o estatus (correo militar u oficial, de autoridades gubernamentales) de una de las partes. La indicación de franqueo reducido (o exento), las marcas de servicio u otras indicaciones referentes al servicio postal, suministran evidencia suficiente. En algunas ocasiones los datos del remitente y/o destinatario pueden ser interesantes como información temática complementaria, en combinación con los elementos postales del documento
Yo me quedaría con el análisis de algunas palabras. Sustancialmente la palabra privilegio postal, esto quiere decir que si el Rey manda una carta evidentemente tiene un privilegio o franquicia postal, lo mismo ocurre si va con un cuño administrativo de una institución con franquicia (Ayuntamiento por ejemplo) pero no si el cuño es de una organización deportiva, por ejemplo. Pero también es verdad que hay un adjetivo al que nos podemos acoger sobre esta información, y es el adjetivo "significativa" es decir que podemos jugar con una cierta flexibilidad, desde mi modesto punto de vista, llegando a ser "borderline", material límite. Incluso al final del párrafo se establece que "en algunas ocasiones"… puede ser interesante, claro, eso sí, combinado con otros elementos postales.

Lo mejor ver todas estas consideraciones de los reglamentos con algunos ejemplos, espero sean suficientemente conflictivos para generar polémica, jajaja...


·                    Ejemplo 1: Isla de los Ladrones
Hay destinos postales que pudieran ser considerados "borderline" pero que se pueden justificar por la falta de material disponible. Les pondré un ejemplo en la carta de abajo.  Esta carta puede ser utilizada en una colección sobre Magallanes y les explicaré por qué… pero primero lean este apunte histórico:

Cuando Magallanes desembarcó en Guam, los nativos nunca habían visto anteriormente europeos, pero ya practicaban el comercio con los habitantes de las islas vecinas, así que asumieron que los europeos también hacían lo mismo. Utilizando pequeñas barcas, abordaron los navíos de la expedición de Magallanes y les ofrecieron comida y agua. De acuerdo con las historias de los chamorros (descendientes de los nativos de las Marianas), ellos esperaban un pago por estos bienes. Especialmente estaban interesados en el hierro que habían visto en los barcos de Magallanes. Sin embargo, desde el punto de vista de los europeos, los isleños eran un pueblo amable y generoso. Al no recibir ninguna recompensa por los suministros y la hospitalidad que habían proporcionado a los europeos, los chamorros abordaron secretamente los barcos y se llevaron el hierro que querían. Al percatarse, Magallanes montó en cólera y atacó a los chamorros, incendiando sus poblados y matando algunos isleños. (Wikipedia)


Es decir, que el primer europeo que vio el archipiélago de las Marianas (islas que fueron durante mucho tiempo españolas, también alemanas, japonesas y norteamericanas) fue Fernando de Magallanes en 1521, que desembarcó en la isla de Guam y reclamó las islas para el Rey de España. Estas islas fueron bautizadas como las Islas de los Ladrones (ya habéis visto la explicación arriba). Bien, pues esta denominación nunca fue oficial, pero la realidad es que la gente la seguía conociendo como Ladrones, no se tradujo al inglés (Islands of the Thieves) sino que se aceptó con ligeras diferencias ortográficas: Ladronne. No existen marcas postales como Isla de los Ladrones, ni si quiera Ladronne, pero no cabe duda que con una pieza circulada como esta, donde se indica todavía la vieja denominación que le puso Magallanes, nos encontramos con un hallazgo interesante y aunque es una simple "dirección" si que es un ejemplo de investigación temática y postal.


·                    Ejemplo 2: Las cartas de Stephenson y ¿Nakajima?
Fijémonos en la hoja de abajo de la afamada colección de Ferrocarriles de Bustamante, (aunque ya de una generación temática pasada): una carta enviada desde Darlington el 12 de Octubre de 1826 a George Stephenson a las oficinas de Liverpool & Manchester Railway Co. Aquí no hay privilegio postal, lleva el porteo habitual entre dos ciudades en esa época, 2/3 de chelines ¡pero es que es George Stephenson! el inventor de la locomotora del ferrocarril y la dirección es la de su empresa. Evidentemente está cogida "por los pelos" pero entendamos al coleccionista ¡cómo se va a resistir a poner esa carta en su colección! si casi es una carta de museo. Por tanto habrá que ser flexible para interpretar las normas. Además en la misma hoja, como dicen las Directrices, combina la carta con dos sellos del personaje y un moderno matasellos.

[Fuente: Colección Bustamante]


En el caso contrario la hoja de abajo, busquen las diferencias como si de un juego se tratara…

Fuente: Emanuel Lukes


…primero habría que decir que el material postal no es nada destacable, moderno y simplón, se hace alusión a unos amigos del coleccionista que le han enviado revistas, libros y semillas. ¿Quién conoce -con todos mis respetos- al señor Kiyoto Nakajima? Evidentemente para nada se debe permitir este tipo de hojas que quedarían, en todo caso, para la clase abierta. Pero es que además este coleccionista sigue con su cruzada y nos pone en la siguiente hoja otras piezas con el mismo argumento. Vean…

Fuente: Emanuel Lukes


…aquí se hace alusión ya no solo al destinatario sino al contenido de la carta y a un supuesto libro con el que obtuvo información temática para su colección. ¡Esto no vale! Y creo que ni siendo flexible se puede buscar interpretación a esto. Aquí un jurado si que debe penalizar la faltas de conocimientos filatélicos del coleccionista. Espero que hayan visto las diferencias entre cómo tratar el destinatario en estos dos ejemplos.


·                    Ejemplo 3: y el comerciante de seda
Bueno esta pieza es de mi colección, concretamente de la parte en la que hablo de la ruta de la seda. Primero, como en los casos anteriores, "lean" la carta...

Fuente: Piniella


Antes que nada, no es una carta, es una emisión enteropostal para envío de dinero. Gracias a un amigo hindú este me informó de que los comerciantes en esta época utilizaban este sistema de envío de dinero como el más seguro porque iba de mano en mano, pero especialmente entre los comerciantes de ¡seda! Todo ello acompañado de más material postal y filatélico y con un poco más de investigación me llegó a montar la hoja de abajo…

La pieza ya insertada en la hoja sobre la ruta de la seda


Como siempre digo, hay que disfrutar con lo que uno hace y con la investigación de las piezas que caen en nuestras manos, "leerlas" bien, entender los garabatos que otras personas han puesto sobre ella, las marcas, los destinatarios, incluso los textos que en algún momento nos pueden hasta sorprender y emocionar (recuerdo un día una carta de un prisionero de un campo de concentración durante la Guerra Civil y las penurias que relataba). Por todo ello nuestra afición es divertida porque nos enseña a aprender de un trocito de papel. Hasta la próxima.

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